Clientelismo global: La reproducción del «statu quo»
La protesta estudiantil ocurre en un clima caldeado por las elecciones y en circunstancias en que la dinámica de las guerras exponen la incapacidad de la estructura productiva de EEUU y la UE
Tiempos extraños se viven en Occidente. Tiempos de propaganda y noticias falsas; de conceptos que son contradictorios y antagónicos, de acciones que son la antítesis de los conceptos que se postulan. Tiempos en los que la violencia, la estigmatización, el miedo y el odio tejen el entramado del sentido común que propalan los gobiernos, los medios concentrados y las redes sociales. El sentido común, ese saber que proyecta un mundo al revés: una realidad que es la antítesis de lo que es y un «deber ser» que está en las antípodas de la ética y del bienestar del conjunto de la sociedad.
Son los tiempos que naturalizan el caos, esa estrategia de dominación centrada en el viejo principio de «dividir para reinar», fragmentando en mil pedazos las sociedades para imponer así los objetivos de poder de un núcleo cada vez más reducido sobre los intereses del conjunto social. Tiempos donde un supuesto enemigo interno/externo amenaza la paz social, y su exterminio deviene épica colectiva. Son tiempos que consagran la censura como libertad de expresión y el totalitarismo como sinónimo de democracia. Estos tiempos caóticos engendran, sin embargo, una paradoja explosiva: abren una ventana a la «impunidad» del poder. Por allí asoma una espesa red clientelista que obedece a un núcleo cada vez más reducido de mega-monopolios que controlan todos los aspectos de la vida social. Esta red de gestores y mandantes con terminales en distinto tipo de instituciones y organismos se rige por el toma y daca: se toman y dispensan favores y servicios, asegurándose fidelidades que reproducen la estructura de poder local y global. Esta estrategia garantiza la funcionalidad y permanencia a lo largo del tiempo de los gestores y su integración subrepticia en un tejido mafioso que opera acumulando y otorgando prebendas y servicios de todo tipo y a la sombra del funcionamiento de las instituciones.
Leer más …
fuente: La haine/Proyecto de desobediencia informativa