45° Festival internacional del nuevo cine latinoamericano
1. El arte lo invade todo. Lo que los hermanos Lumiére concibieron como máquina para registrar el movimiento —el cinematógrafo— terminó convertido en nuevo arte. Total, porque incluye plástica, narración, movimiento, mímica, danza, música. Universal, porque la imagen es el lenguaje global accesible a todos antes de que nos aislara la Torre de Babel de las escrituras. En las cavernas de nuestros antepasados no aparecen letras, sino dibujos. Necesitamos que se nos traduzca Kafka: ninguna mediación requiere el ballet trágico de la escalinata de Odessa. Todas las cosas pueden ser reducidas a imágenes, pero las imágenes pueden convertirse en todas las cosas: testimonio, razonamiento, sentimiento, manifiesto, éxtasis, protesta.
2. En sus comienzos el arte fue total. La experiencia cumbre de cada comunidad era la fiesta social, que amalgamaba mitos fundacionales, música, danza, mímica, pintura corporal, ornamentos, selección o transfiguración de un espacio. La división de la sociedad en clases separó las artes en oficios y especialidades diversas y dispersas, hermanadas apenas por el aire de familia del Zeitgeist o espíritu de cada época. Pero siempre persistió el proyecto de recuperar la plenitud de la fiesta social en las manifestaciones del arte total: ceremonia religiosa, desfile, teatro.
Fuente: surysur.net