Cómo la inmigración y la dictadura marcaron la visión del Papa
El papa Francisco (Flores, Buenos Aires, Argentina, 1936) es el pontífice que más libros ha escrito en vida, una decena, más bien coescritos con ayuda de periodistas, pero aun así en su autobiografía Esperanza, que salió a la luz este jueves 16 de enero, hay sorpresas y es una lectura reveladora. En principio debía publicarse tras su muerte, pero ha decidido darla a conocer con motivo del Jubileo que se celebra en este 2025, dedicado precisamente a la esperanza. Escrita con el editor Carlo Musso tras cinco años de charlas, es una especie de testamento en vida, un legado de recuerdos y visión de la vida.
Por eso no contiene grandes revelaciones. Sí era desconocido, por ejemplo, un episodio sobre su visita a Irak, donde desvela que le informaron de que era objetivo de sendos atentados kamikaze. “Cuando al día siguiente le pregunté a la Gendarmería si tenían noticias de los dos terroristas, el comandante me respondió lacónicamente: ‘Ya no existen’. La policía iraquí los había interceptado y los había hecho explotar. Eso también me conmocionó”. También cuenta que en la matanza del 7 de octubre de Hamás perdió a unos amigos suyos, judíos argentinos. Al mismo tiempo es crítico con Israel al narrar que en una parroquia cristiana de Gaza la cocinera y su hija “murieron a manos de un francotirador del ejército israelí” y “a otros los mataron a sangre fría en los alrededores de la parroquia”. “Eso también es terrorismo”, sentencia.
Fuente: surysur.net