agosto 9, 2025
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Conservan semillas ante la extinción masiva de especies nativas por la acción humana

Un grupo de investigación trabaja en la preservación del patrimonio vegetal del Noroeste Argentino (NOA), para restaurar a futuro los ecosistemas afectados por los incendios, la degradación de suelos por la producción agropecuaria y el cambio climático.

Por Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM)

El futuro llegó hace rato. Aquellos paisajes desolados donde la vegetación autóctona se pierde por eventos apocalípticos ya son parte de la historia real de muchos territorios. Ante el avance indiscutido de la pérdida de biodiversidad, un grupo de especialistas de diferentes disciplinas trabajan para proteger un pedacito del mundo tal y como es.

Se trata de investigadores del Banco de Germoplasma del Instituto de Ecología y Ambiente Humano (INEAH), perteneciente a la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y al CONICET. “Conservamos semillas para después poder disponer de ese material para proyectos de restauración”, cuenta Eugenia Giamminola, becaria del CONICET y directora del Banco, a Agencia CTyS-UNLaM.

El germoplasma es cualquier parte de una planta que pueda dar origen a otra. Se lo encuentra en semillas, pero también en tubérculos, esporas y brotes. En el Banco, se trabaja mediante la conservación ex situ, es decir, fuera del lugar de origen. Se realiza un secado de las semillas y se almacenan en frío.

En un frasco pequeño de 500 centímetros cúbicos se pueden conservar más de 20 mil semillas, lo suficiente, comenta Giamminola, para restaurar todo un ambiente. “También hacemos estudios sobre las características de cada población, la tolerancia a los estreses térmicos y los hídricos, y los tipos de dormancia. Buscamos tener la mayor información posible, para que, en algún momento, vuelvan al campo”, precisa.

Manuela Urtasun, investigadora del CONICET e integrante del equipo, realiza esas tareas en semillas de nativas que se encuentran en algún estado de conservación vulnerable o amenazadas y de arbóreas o arbustivas que tienen potencial agroindustrial. “Estamos en etapa de investigación así que, por el momento, solo se utilizan para esos fines. Pero la idea es usarlas para restauración ecológica, ya sea después de desmontes, incendios o actividades productivas”, destaca.

Fuente: pressenza.com