octubre 15, 2025
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“YO TE HE AMADO”

Carta pastoral del papa León 14 sobre ‘el amor hacia los pobres’

Pedro Pierre

El papa León 14 acaba de publicar una Carta apostólica sobre los pobres y la opción por los pobres. Retoma un borrador dejado el papa Francisco. Esta carta ha de representar la ‘hoja de ruta’ del papa León 14: Se trata de una continuidad con los caminos abiertos por el papa Francisco y su aporte personal relacionado con la Doctrina Social de la Iglesia iniciada por su predecesor el papa León 13; éste a finales del siglo 19 escribió su Carta “Nuevas situaciones” (Rerum novarum, 1891) sobre las inhumanas relaciones laborales de los obreros de aquella época.

                La Carta del papa León 14 llama la atención por su sencillez, su claridad y su contundencia.En una Iglesia mayoritariamente conservadora, es una verdadera hazana haberse atrevido a poner a los pobres y la opción por los pobres en el centro de la Iglesia. José Manuel Vidal de ‘Religión Digital’ de Madrid, España, calificó tal Carta de “revolución dulce del Papa sereno: ‘Dilexi te’ recoge en palabras de fuego una tradición de misericordia y denuncia, que hunde sus raíces en el Evangelio, en el magisterio latinoamericano y en la revolución de Francisco».

                He aquí unas cuantas frases claves de la Carta papal.

Ver la realidad escandalosa de la pobreza creciente

1. “El cambio de época que estamos afrontando hace más necesario reconocer que la realidad se ve mejor desde los márgenes y que los pobres son sujetos de una inteligencia específica, indispensable para la Iglesia y la humanidad. Sólo desde esta cercanía real y cordial podemos acompañarlos adecuadamente en su camino de liberación.

2. Las mujeres son doblemente pobres. Entre ellas encontramos constantemente los más admirables gestos de heroísmo cotidiano. La falta de equidad es la raíz de los males sociales.

3. A veces se percibe en algunos movimientos o grupos cristianos la carencia o incluso la ausencia del compromiso por el bien común de la sociedad y, en particular, por la defensa y la promoción de los más débiles y desfavorecidos.

Iluminarnos con la palabra de Dios y los documentos eclesiales

4. El cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social; éstos son una ‘cuestión familiar’, son ‘de los nuestros’.

5. La condición de los pobres representa un grito que, en la historia de la humanidad, interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los sistemas políticos y económicos, y especialmente a la Iglesia.

6. No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación; el contacto con quien no tiene poder ni grandeza es un modo fundamental de encuentro con el Señor de la historia.

7. No se puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres. El amor al prójimo representa la prueba tangible de la autenticidad del amor a Dios. Son dos amores distintos, pero inseparables.

8. Cuando la Iglesia se arrodilla para romper las nuevas cadenas que aprisionan a los pobres, realiza su vocación más profunda. Amar al Señor allí donde Él está más desfigurado, se convierte en signo de la Pascua.

9. La Iglesia, si quiere ser de Cristo, debe ser la Iglesia de las Bienaventuranzas, una Iglesia que hace espacio a los pequeños y camina pobre con los pobres, un lugar en el que los pobres tienen un sitio privilegiado.

10. Los pobres son quienes nos evangelizan para que todos reconozcamos la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.

Actuar individual y colectivamente

11. Es preciso seguir denunciando la dictadura de una economía que mata y reconocer que mientras las ganancias de unos pocos crecen, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar.

12. Las estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las ciencias y la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la transformación de la sociedad.

13. Siempre debe recordarse que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación individual e íntima con el Señor. La propuesta es más amplia: es el Reino de Dios.

14. La solidaridad es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores efectos del Imperio del dinero. Es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares.

Conclusión

15. Ya sea a través del trabajo que ustedes realizan, o de su compromiso por cambiar las estructuras sociales injustas, o por medio de esos gestos sencillos de ayuda, muy cercanos y personales, será posible para aquel pobre sentir que las palabras de Jesús son para él: «Yo te he amado».”

                Ahora los cristianos no podemos decir: “No he sabido”. La fe va con el compromiso por una liberación integral. Eso fue el compromiso de Jesús, el mensaje de los primeros cristianos, el ejemplo de los innumerables mártires latinoamericanos, el testimonio de las Comunidades Eclesiales de Base y es el actual grito de los empobrecidos que son mayoría en nuestro país y nuestro continente. Hagamos realidad la esperanza de Dios, de los pobres y la nuestra también.

                Actualmente la solidaridad de los cristianos ecuatorianos con nuestros hermanos indígenas demuestra la solidez de su fe y la calidad de su seguimiento de Jesús de Nazaret. “El amor al prójimo representa la prueba tangible de la autenticidad del amor a Dios”, escribe el papa León 14.