Niños y adolescentes en orfandad: las otras víctimas de los femicidios
Las duras secuelas que quedan después de un femicidio: niños y adolescentes en orfandad, y familias que se quiebran frente a un Estado ecuatoriano que no puede integrarse para atender como es debido a estas víctimas colaterales.
Según compartió la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (ALDEA), por los femicidios o feminicidios (como lo denominan los colectivos a favor de las víctimas) ocurridos desde el 2014 hasta el año anterior, 1526 niños y adolescentes quedaron en situación de orfandad.
Ellos son las otras víctimas de los 1.378 femicidios, entre el 2014 y el 2022. Los crímenes de mujeres siguen como un hecho que abruma y que no se detiene en Ecuador, de acuerdo a la información recogida por ALDEA.
Los hijos de las víctimas, además de sufrir la muerte de sus madres, tienen que continuar con un proceso que no termina por repararse, a pesar de que por ley debería haber una reparación integral.
“Entre las medidas de reparación incluye que los agentes, cuando hay un hecho violento con hijos o hijas, deberían empezar a hacer el registro. Quiénes son, las edades, su situación escolar, con quién se van a quedar”, explicó Geraldina Guerra, presidenta de ALDEA.
Este registro es clave porque permite empezar con la reparación a las víctimas directas que dejan los feminicidios. No obstante, en este primer proceso, según la dirigente, al Estado ecuatoriano se le pierde el registro de los niños, niñas y adolescentes.
Fuente: elmercurio.com.ec