Al joven gobierno de Lula lo desestabilizó un golpe también mediático
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó, a dos semanas de asumir el gobierno, a las directivas de todos los medios de comunicación públicos del país por la manera en que abordaron el intento de golpe de Estado de miles de seguidores del ex mandatario Jair Bolsonaro el pasado domingo 8, pero no anunció ningún plan comunicacional.
La decisión incluye el nombramiento de la periodista Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), de la que dependen medios como la Agencia Brasil, TV Brasil y la emisora Radio Nacional, y la apertura de un proceso de transición y reorganización en la EBC que durará 30 días.
El operativo del domingo 8 fue un fallido intento de golpe de Estado. Provocó susto, luego alivio, pero dejó como un problema la cuestión de la seguridad en Brasilia, que se agravó cuando se perdió la confianza en los cuerpos que debían cuidarla. Y eso, de solución, pasó a ser problema.
Ya anteriormente, desde el gobierno de Jair Bolsonaro se exhortó a denunciar en redes sociales a los profesores que enseñaran “ideas de izquierda”, como calificar de dictadura militar a la que usurpó el poder en Brasil de 1964 a 1985, así como la pretensión de eliminar de los libros de texto toda referencia al feminismo, la homosexualidad y la violencia contra las mujeres.
Fuente: Richard Sellán Bajaña