Ecuador – Del estado de emergencia a la consulta popular. [Mario Unda y Maritza Idrobo]
Este domingo 21 de abril, los ecuatorianos acudiremos a las urnas para responder a 11 preguntas de una consulta popular y referéndum convocado por el presidente Noboa. Una consulta que se dará en un ambiente de incertidumbre ante el rebrote de la violencia desde la Semana Santa, de descontento, alimentado por el retorno de los cortes de energía eléctrica, pero, sobre todo, de polarización, agudizado por el asalto a la embajada mexicana en Quito y por las denuncias del presidente a su ministra de Energía, a quien acusó ante la fiscalía por “sabotaje”.
Pero lo que estará en juego en pocos días va más allá del texto y las temáticas de la consulta: apunta directo a las elecciones generales de febrero de 2025.
Del gobierno de corta duración al estado de emergencia
El de Noboa comenzó su recorrido con tres características: ser un gobierno de corta duración, ser un gobierno débil y ser el gobierno de uno de los jóvenes herederos de las clases dominantes.
Un gobierno de corta duración por imperativo constitucional. El mecanismo de la muerte cruzada, utilizado por Lasso para reconocer el fracaso de su gobierno, supone que cesa la Asamblea, el presidente gobierna unos pocos meses a través de leyes de emergencia (que tampoco logró hacer aprobar siempre por la Corte Constitucional) y que se adelantan las elecciones generales. Pero el gobierno surgido de las elecciones anticipadas dura solamente lo que le faltaba al gobierno saliente por cumplir su período: en este caso, más o menos un año y medio. La salida para un gobierno corto es su continuidad, y Noboa anunció el deseo de reelegirse durante la campaña electoral, y lo reafirmó durante sus reuniones en Estados Unidos con el FMI y la banca norteamericana.
Un gobierno débil por efectos del mandato electoral. Noboa ganó la segunda vuelta con algo más del 51% de los votos, pero su respaldo “duro” apenas supera el 23%, que es lo que obtuvo en la primera vuelta (las segundas vueltas se definen acá más bien por el voto “en contra de”).
Fuente: Correspondencia de Prensa, 19-4-2024