Ecuador no responde por más de 42 000 personas desaparecidas.

Guayaquil y un padre que espera por su hijo
«Cerca de las 10:05 estamos frente al edificio de la Dinased, en el sur de Guayaquil. El plantón allí comienza con la canción Desapariciones, de Rubén Blades, sonando en el parlante. Le siguen Gracias a la vida, en la voz de Mercedes Sosa y concluye con Por los desaparecidos, escrito por Rapdikal en homenaje a Michelle Montenegro, por su labor en barrios populares, por su memoria, por encontrarla.«
“Nos faltas Michelle y nos faltas de sobra, nos falta tu pincel para completar la obra”, corea Fernando Montenegro, su padre, mientras sigue la letra. Luego escribe en mi cuaderno el nombre de su autor, me pide que la busque, que la escuche, que fue escrita para su hija.
Otro padre había estado ahí esperándonos, minutos antes en mitad de la plaza frontal de Dinased. Es German Gordillo, quien recibe al grupo entre aplausos: “Se merecen aplausos por semejante odisea. Los aplausos no son suficientes para semejante odisea”, lo dice mientras dibuja una sonrisa. No era para menos. Asfadec e Inredh junto a los voluntarios están extenuados. Ya no gritan como el primer día. Aunque si las fuerzas flaquean, reciben el abrazo del vecino de camino.»
Pero esto aún no acaba. Germán Gordillo llega junto con Rosa Bolaños –asesora jurídica de Inredh- solicitando a la institución que realice otras pericias en el caso de su hijo desaparecido en 2017.
La segunda parada de la Caravana es la Fiscalía Provincial del Guayas. La llegada estaba prevista para las 14:00, sin embargo, el grupo logra estar completo recién una hora más tarde, cuando se incorporan Batuka Batambá y Ritmos del suburbio con sus tambores y redoblantes. El punto de partida es el Parque Centenario, desde el cual los caminantes transitan entre los gorjeos de los pájaros del lugar, hacia la ruidosa avenida 9 de Octubre, donde se mezcla la música de los negocios con las bocinas de vehículos y motos que pugnan por abrirse un espacio entre la movilización. Los tambores hacen lo suyo y brindan respaldo y cuerpo a quienes se movilizan entre la bulla. Tras unas cuadras de recorrido unos motorizados de la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (ATM) acompañan la marcha. Una vez en la calle Víctor Manuel Rendón, los carteles se extenden en la calle y junto a la Batukada restringen el tránsito. Los agentes que antes acompañaban ahora se colocan prestos a redirigir el flujo vehicular.
En medio de la murga se escuchan las alarmas de motorizados de la Policía Nacional quienes llegan dispuestos a reabrir la circulación. Tras varios diálogos y el arribo de al menos ocho motorizados más, ningún cartel, familiar o medio se retira del lugar. Es hasta las 17:00 cuando el grupo da por terminado el plantón y emprende el camino hacia la última parada del día, donde se proyectará la película Éxodo, que retrata parte de las peripecias de los migrantes venezolanos en el país.
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Fuente: Lcdo. Richard Sellán Bajaña.