noviembre 1, 2025
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El tiempo como estructura tridimensional: una propuesta disruptiva desde la física teórica contemporánea

En abril de 2025, el físico Gunther Kletetschka publicó un artículo en Reports in Advances of Physical Sciences titulado “Three-Dimensional Time: A Mathematical Framework for Fundamental Physics”. En él propone una idea que, si se verificara, podría cambiar las bases mismas de la física: el tiempo no sería una sola línea, como siempre se ha asumido, sino que tendría tres dimensiones, al igual que el espacio. Es decir, viviríamos no en un universo de 4 dimensiones (3 de espacio + 1 de tiempo), sino en uno de 6 dimensiones: tres temporales y tres espaciales.

Aunque suena radical, este tipo de hipótesis tiene una tradición en la historia de la física: basta recordar que Einstein también fue considerado hereje al modificar la noción de espacio y tiempo absoluto de Newton. Sin embargo, como siempre en ciencia, lo revolucionario no basta con ser audaz; debe ser demostrable, coherente y fructífero. Esta es la apuesta del autor.

¿Qué significa un “tiempo tridimensional”?

Normalmente, concebimos el tiempo como una flecha: va en una sola dirección (del pasado al futuro) y no tiene más dimensiones internas. Kletetschka propone, en cambio, que el tiempo tenga tres grados de libertad, como las coordenadas espaciales (alto, ancho, profundidad). Esta visión se plasma en una nueva métrica matemática que reemplaza la habitual del espacio-tiempo relativista.

En la relatividad especial, la métrica tiene el signo (+,−,−,−), lo que refleja una dimensión temporal y tres espaciales. En este nuevo marco, la métrica tiene signo (−,−,−, +,+,+), es decir, tres dimensiones de tiempo (negativas) y tres de espacio (positivas).

¿Qué implicaciones físicas tendría esta estructura?

1. El espacio sería derivado del tiempo: es decir, el espacio no sería un «escenario» donde ocurren las cosas, sino una manifestación emergente de la interacción entre las tres dimensiones temporales. Esto invierte la relación tradicional entre espacio y tiempo.

2. La causalidad se conserva: uno de los principales temores al introducir más de una dimensión temporal es perder la noción de causa y efecto. Kletetschka afirma que su sistema mantiene la causalidad, aunque aún se discute si esto es válido en todos los marcos físicos.

3. Generación de partículas: a partir de esta estructura, logra derivar las masas conocidas de las partículas fundamentales (electrón, muón, tau y algunos quarks) como modos propios (soluciones características) de esta métrica tridimensional del tiempo. Esta afirmación es crucial, ya que hasta ahora la física no puede explicar por qué las partículas tienen la masa que tienen.

¿Qué predicciones hace esta teoría?

Nuevas resonancias de partículas en los niveles de energía de 5 TeV y 9 TeV, que podrían ser detectadas en colisionadores como el LHC.

Desviaciones minúsculas en la velocidad de las ondas gravitacionales, lo que podría ser observable en los detectores LIGO, VIRGO o KAGRA.

Críticas y controversias

Algunos físicos y divulgadores acusan el modelo de ser una forma elegante de «ajuste de curvas»: usar los valores ya conocidos para construir una teoría que “prediga” lo que ya sabemos.

La revista donde fue publicado el artículo es de bajo factor de impacto y no es considerada de referencia en el campo de la física teórica.

No está claro aún si esta teoría se puede integrar coherentemente en un marco cuántico ni si evita paradojas como las curvas temporales cerradas.

¿Por qué importa? ¿Y por qué ahora?

En un momento en que la física busca desesperadamente una teoría unificada que junte relatividad y mecánica cuántica, toda propuesta que intente resolver ese rompecabezas es relevante. Esta idea —aunque aún no validada— reintroduce la audacia en un campo que, a veces, se estanca en paradigmas cerrados.

Además, el uso de IA para ajustar parámetros y explorar nuevas soluciones ha sido una herramienta clave en este modelo. Esto muestra cómo el pensamiento humano, combinado con modelos generativos e inteligencia artificial, puede abrir rutas inexploradas.

En suma, más preguntas que respuestas, pero un nuevo mapa para explorar.

La idea de un tiempo tridimensional no es solo una curiosidad matemática. Es un intento genuino —aunque aún especulativo— de explicar cosas que la física actual no logra explicar. ¿Por qué las partículas tienen masas diferentes? ¿Por qué hay tres generaciones de fermiones? ¿Es posible que el espacio, tal como lo concebimos, no sea más que una consecuencia del tiempo?

No lo sabemos aún. Pero lo importante es que alguien se atrevió a formular la pregunta con rigor matemático. Y eso, en ciencia, siempre es un comienzo.

Fuente: pressenza.com