Expertos consideran que la muerte cruzada no es pertinente.
La muerte cruzada fue una opción constitucional desechada por el Ejecutivo en el marco de las discrepancias con el Legislativo, luego de que no se tramitaran cinco de los seis proyectos de ley remitidos. El presidente Guillermo Lasso aseveró, en sus últimas apariciones públicas, que buscará otros mecanismos constitucionales para gobernar.
Decretos ejecutivos, reglamentos y una eventual consulta popular son algunos de los instrumentos que aplicará su administración, en lugar de disolver la Asamblea Nacional y, con ello, finalizar también su periodo presidencial. La muerte cruzada no es viable en estos momentos, según analizan expertos en política.
Para el constitucionalista Juan Francisco Román, su impacto sería, principalmente, negativo en la economía del país. Esto porque los empresarios no podrían tomar decisiones a corto y mediano plazo, dado que la muerte cruzada establece nuevas elecciones generales y con ello un cambio de gobierno.
Un criterio similar menciona el politólogo Esteban Ron, quien considera que esto generaría especulación en el mercado. Además, la intención de atraer inversiones extranjeras por parte del Ejecutivo se ralentizaría porque “el riesgo país subiría” en el lapso que dure la muerte cruzada.
“Las personas al reservar su inversión nacional dejan de contratar, por lo tanto los niveles de empleo bajan”, acotó Ron. En el ámbito político, el analista sugiere que el país entraría en una desestabilización con esta herramienta constitucional. “Esto va a afectar la gobernabilidad y gobernanza”, puntualizó.
La analista Arianna Tanca también considera que no habrá un norte en empleo, inversiones, seguridad ni gestión de la salud. La experta dijo que el país perdería el tiempo y se quedaría estancado. “Esto no va a solucionar nada, sacaremos representantes pero los problemas van a seguir ahí”, señaló. (El Telégrafo)
Fuente: ecuadorenvivo.com