abril 19, 2024
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Glaciares andinos de Ecuador en riesgo de desaparecer

Las altas temperaturas, derivadas del cambio climático, amenazan con derretir a los glaciares andinos tropicales. El fenómeno se acentúa en tres países de la región, incluyendo Ecuador. El manto blanco de nieve es cada vez más escaso en las montañas de la región andina. Según un reciente estudio, entre 1990 y 2020, los glaciares andinos tropicales han perdido el 42% de su cobertura.  Gracias a este artículo, publicado en la revista científica Remote Sensing y elaborado por MapBiomas Amazonía, se conoce que el retroceso de los grandes nevados de América del Sur en las últimas tres décadas equivale a casi la mitad de la extensión, que tenían en 1990.  Richard Carapaz: “Ahora estoy enfocado en correr la Vuelta a España” “El cambio es acelerado, con un promedio de pérdida anual de 28,4 kilómetros. Los más impactados son los glaciares por debajo de los 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar”, señala el reporte. 

Estas últimas montañas han perdido casi el 80% de su área de nieve, y hay casos críticos como en Perú, que atesora 1.150 kilómetros cuadrados de superficie helada.  Algunos expertos pronostican incluso que los dramáticos cambios climáticos provocarán que los glaciares peruanos desaparezcan en 100 o 150 años.  Los otros dos países con un grave retroceso en sus glaciares, según su área de extensión, son Bolivia y Ecuador.  Solo los glaciares ecuatorianos, que representan el 3,8% del total en la región, se redujeron en 36,3%, y en la actualidad quedan 54,7 kilómetros cuadrados.  Para obtener la información, el equipo de MapBiomas Amazonía estimó la extensión de los glaciares a través de algoritmos semi automatizados. También recurrió a datos satelitales, y plataformas en la Nube como Google Earth Engine. 

Glaciares en la ‘mitad del mundo’ En una entrevista de 2019, el montañista ecuatoriano Iván Vallejo recuerda que vio la cima de su primer volcán a los 12 años.  Fue en 1972 cuando subió hasta la cumbre norte del Iliniza, situado entre Pichincha y Cotopaxi. Cuenta que encontró un campo nevado, y del que hoy únicamente queda unos restos. Precisamente, el Iliniza junto al Carihuairazo y El Altar son nevados de menor altitud, y por ello están en mayor riesgo, explica María Olga Borja, analista de sensores remotos de la Fundación EcoCiencia. Esta organización fue la contraparte ecuatoriana en el estudio de BioMas Amazonía.  “Todos los macizos glaciares están en declive, creando nuevas lagunas con el agua de deshielo, como se ha registrado en el caso de El Altar y la Laguna Amarilla”, agrega Borja. 

Lagunas formadas en el volcán El Altar, producto del deshielo.  Tomado de El Riobambeño

ncluso, el Instituto Nacional de Metereología e Hidrología, (INAMHI) estima que el Iliniza podría derretirse en 10 años.  Y en el caso del Carihuairazo (Riobamba), Borja considera que es el nevado ecuatoriano con mayor peligro de desaparecer.  Pero tiene esperanzas, y dice que el país aún está a tiempo de salvar a los glaciares, porque debido a su ubicación en la mitad del mundo, hay factores desconocidos que han ralentizado el derretimiento. «Si queremos salvarlos, hay que evitar transformar el ecosistema y detener la expansión de la frontera agrícola». María Olga Borja, investigadora de EcoCiencia. Si bien Borja no se aventura a dar una fecha exacta de ‘expiración’ de los glaciares andinos, asegura que algunos ya se extinguieron.  Venezuela, por ejemplo, tenía una cobertura de 1,12 kilómetros cuadrados de manto nevado, y ha perdido el 96,9% entre 1990 y 2020.  Amenazas dirigidas El drástico descenso de los glaciares, tanto en extensión como en volumen, puede atribuirse a dos factores:  Cambio climático: a medida que el planeta se calienta, debido al cambio climático, los glaciares se derriten. En los polos, la temperatura es más fría y hay nieve, pero en esta parte del trópico, es decir en América del Sur, las temperaturas se mantienen más o menos constantes durante el año.  “Es un día, puede haber acumulación de nueva nieve, o pérdida. Por este motivo, los glaciares tropicales son muy diferentes de los glaciares polares, donde existen temporadas frías y una oportunidad para recuperar su masa”, agrega Borja, de EcoCiencia.  Quema de bosques: también hay una amenaza no climática, los incendios forestales en la Amazonía. “La quema de bosques genera carbono negro, que acelera el retroceso de los glaciares”, explica Efrain Turpo, líder del estudio de BioMas Amazonía.  Adiós fuentes de agua dulce  Por otra parte, Borja de Ecociencia, señala que el deshielo de los glaciares influirá en la provisión de agua a las cuencas hidrográficas.  “Basándonos en la ubicación de los principales glaciares de Ecuador, las cuencas hidrográficas que se verían potencialmente afectadas son la cuenca del río Esmeraldas, del Guayas, Napo y la del Pastaza”, añade la investigadora.  Si los nevados se extinguen, también habrá efectos en el turismo, la generación de electricidad y la pérdida de biodiversidad en la región andina. Los glaciares son como grandes refrigeradores que albergan hasta 20.000 especies de plantas endémicas. 

Fuente: primicias.ec