La carnicería en las filas del hambre: al menos 84 vidas asesinadas hoy en la búsqueda desesperada de ayuda en Gaza

El hedor a muerte y desesperación se cierne hoy más que nunca sobre la franja de Gaza. En lo que se ha convertido en una zona de aniquilación sistemática de la vida civil, la búsqueda de una migaja de pan o un sorbo de agua se ha transformado, para 84 almas palestinas, en el último acto de sus vidas, brutalmente arrebatadas. Este 24 de junio, al menos 84 personas fueron asesinadas desde el amanecer, 50 de ellas masacradas en las proximidades de los centros de distribución de ayuda humanitaria, los mismos lugares donde los desposeídos buscan un último y efímero respiro.
No hay eufemismos para describir esta carnicería. Decenas de buscadores de ayuda, aquellos cuyas únicas «armas» eran el hambre y la sed, han sido asesinados. Familias enteras, diezmadas, mientras intentaban asegurar lo más básico para su subsistencia. El horror es visceral: niños, con los rostros demacrados y los cuerpos reducidos a piel y hueso, con la mirada perdida por la desnutrición severa, son hallados muertos, algunos con las manos aún extendidas, suplicando por un sorbo de agua turbia, o un trozo de pan rancio. Las escenas son un testimonio gráfico de una barbarie que golpea a los más vulnerables, a quienes el conflicto ha despojado de todo, incluso de la dignidad en la muerte.
Este horripilante episodio se suma a una contabilidad macabra que no cesa. Según informes preliminares desde el terreno, ha trascendido que alrededor de 400 palestinos ya han perdido la vida en sitios de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF) desde el inicio de sus operaciones. Esta cifra escalofriante no es un mero número; representa un patrón de muertes diarias de los hambrientos, un silencioso exterminio que se ejecuta lentamente mientras el mundo observa. La deshidratación, la inanición y la violencia directa se combinan en una tormenta perfecta de sufrimiento.
Fuente: pressenza.com