La voz global de la Cuarta Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia en la propia ciudad
El 2 de noviembre se celebró una reunión on-line con todas las personas que habían participado en la última edición de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. Desafortunadamente, encontrándome en Ostuni para la siembra de un Hibakujumoku de Hiroshima dentro del jardín de Villa Pertini, no pude seguir la presentación. Al principio creí que esta era la invitación, del 21 de septiembre al 4 de octubre de 2026, para reunir a las fuerzas a nivel global a fin de dar una señal concreta frente al momento histórico actual, tan oscuro para todos nosotros. Todos en su propio barrio, en su propia ciudad, en su propia región, en su propio país, uniéndose a muchos otros para hacer el signo de la paz y la no violencia, dando especial énfasis al 2 de octubre, el Día Internacional de la No Violencia declarado por la ONU (día del nacimiento de Gandhi).
Hablando y cotejando con otros participantes me di cuenta de que era una invitación, pero sobre todo para volver a las calles con la Cuarta Marcha Mundial… permaneciendo en la propia ciudad.
Cada vez que comienza una nueva edición de la Marcha Mundial, me pregunto si seguir estando allí, porque creo que es correcto reflexionar al dar sentido a este compromiso, empezando por nosotros mismos.
“Nos enamoramos de dos palabras: Paz y No Violencia.” Así lo había escuchado cuando se promovía la primera Marcha Mundial, en octubre de 2008, y fue entonces cuando decidí dar un giro a mi existencia y comenzar ese camino a veces difícil, a veces emocionante.
Recordé la presentación de la tercera edición, el 2 de octubre de 2023, tanto en el Congreso de los Diputados en España como en la Asamblea Legislativa de Costa Rica. La Segunda Marcha Mundial partió de Madrid el 2 de octubre de 2019 y allí volvió el 8 de marzo de 2020. La tercera comenzó el 2 de octubre de 2024 desde San José de Costa Rica y allí terminó el 5 de enero de 2025.
Rafael de la Rubia (creador y coordinador de la Marcha Mundial en sus tres ediciones) destacó lo importante que es continuar la trayectoria que comenzó en 2009, frente a la profunda crisis humana, la gran crisis climática, el creciente uso de armas y el gran peligro nuclear (en 2023 estábamos a 90 segundos de la catástrofe atómica; hoy a los 89 segundos!). La alternativa sería la extinción de la humanidad.
Por lo tanto, Rafael había propuesto ideas de trabajo a nivel local en los meses previos al comienzo de la Tercera Marcha: indicaciones aplicables a todos los niveles, desde la motivación personal de los activistas hasta el significado social de los eventos particulares y de la Marcha en su conjunto. Cada persona involucrada debe sentir que realiza una acción válida, en la que los sentimientos, el intelecto y la acción convergen coherentemente; esto, si se da en cada uno, dará origen a las actividades locales, y en consecuencia a toda la Marcha, una fuerza disruptiva y transformadora. Cada actividad de la Marcha debe tener la característica de acción ejemplar: una acción local, incluso pequeña, que mejore la calidad de vida de una comunidad. Las actividades posibles son muchas; una de las más efectivas, inclusivas y simbólicas es la creación de símbolos humanos de paz, que tiene la ventaja de ser fácilmente escalable dependiendo del número de personas involucradas.
También recordé las palabras de Montserrat Prieto (Mundo sin Guerras y sin Violencia, una de las principales almas impulsoras de la Marcha Mundial): “La experiencia vivida ha enriquecido mi vida. Es increíble la cantidad de personas que trabajan por la paz y la no violencia en todo el mundo. Todo el mundo está trabajando para hacer la diferencia. Para mí es muy importante saber que todo el que participa en la Marcha lo hace porque han encontrado algo interesante en ella. El hecho de que puedas unir tu voz a otras voces para hacerlas más fuerte, pero sigue siendo tu voz … »
Mirando hacia atrás en todo esto, me dije a mí misma que también estaré allí, en esta cuarta Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, en esta “nueva” forma, para continuar con más determinación aún creyendo en un mundo sin conflictos. Imaginar nuestra Tierra sin guerras no es nada fácil. Si retrocedemos en nuestra historia humana, observamos cuánta violencia ha habido (en todos los niveles: física, religiosa, económica…). Sin embargo, creo que puede ser posible, siguiendo el principio: “Trata a los demás como te gustaría ser tratado” (la Regla de Oro de la no violencia). Si deseamos verdadera y sinceramente que aquellos que están ante nosotros sean respetados y estén en paz consigo mismos y con los demás, debemos comenzar con nosotros: entender quiénes somos, cuáles son nuestros límites y también nuestras riquezas internas (guiando las primeras y valorando a estas últimas). Estar tranquilos con nosotros mismos es la famosa “llave” para crear un mundo diferente. Ahora tiene sentido que la invitación para la Cuarta Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia esté allí. Para aquellos que han participado en ediciones anteriores y para quienes se unirán a partir de ahora, vale la pena lo que Montserrat Prieto había descrito tan bien: “Puedes unir tu voz a otras voces para hacerla más fuerte, pero aún así sigue siendo tu voz…” Esto realmente puede marcar la diferencia, y hacerlo en el lugar donde vivimos todos los días. Con la esperanza de que muchos continúen hasta los seres de más allá y sean muchos los que se unan, una vez más en nombre de la Paz, pero sobre todo de la No Violencia.
Fuente: pressenza.com
