noviembre 12, 2024
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Las trabajadoras del cuidado se organizan por sus derechos y los nuestros

En octubre, las compañeras y compañeros trabajadores del cuidado se dieron cita en la Universidad Andina Simón Bolívar, en un ejercicio organizativo y crítico respecto a las políticas estatales de cuidado y sus derechos como trabajadorxs.

El evento fue auspiciado por la Internacional de Servidores Públicos ISP, conjuntamente con varias organizaciones de trabajadoras del cuidado, y tuvo como ejes de discusión cinco elementos centrales: 

1. Reivinidicar que el cuidado es un derecho humano y que por lo tanto debe ser un servicio público al alcance de todxs; 

2. Que el trabajo de cuidado es el sostén de la globalidad de la vida, productiva como reproductiva, y que por lo tanto este trabajo debe ser reconocido como tal;

3. Que los trabajos de cuidado han recaído históricamente sobre los hombros de mujeres, siendo necesario una redistribución de la carga del cuidado;

4. Que el trabajo de cuidado debe ser reconocido con una remuneración justa; y

5. Que la representación política independiente de las y los trabajadores de cuidado es elemental para garantizar sus derechos laborales, y el acceso público al cuidado.  

Los trabajos de cuidado han sido históricamente ejercidos por mujeres y cuerpos feminizados. Como sociedad nos ha costado tiempo reconocer no solo que los cuidados son la condición para poder ejercer los trabajos productivos, en cuanto las y los obreros necesariamente requerimos de los trabajos reproductivos para poder producir, como estar alimentados, sanos, limpios, etcétera.

Sino que además es necesario reconocer que los trabajos de cuidado están siendo subvencionados bien sea porque en la inmensa mayoría de los hogares no son remunerados, sino también porque cuando sí se remuneran, son trabajos mal pagados, inadecuados, sujetos a la flexibilización de la jornada de trabajo, precarios y poco reconocidos. En este sentido, urge en el país y el mundo, una transformación profunda de la concepción del trabajo de cuidado y sus aportes al desarrollo de la vida social, sino también normativas fuertes que garanticen por un lado condiciones laborales dignas a quienes lo ejercen, así como acceso público a los servicios de cuidado.

En este contexto, pude reunirme con Ivanova Córdova Báez, quien es la Presidenta de la Federación Nacional de Empleados de los Consejos Provinciales del Ecuador FENACOPE y Secretaria de Seguridad Social de la Confederación de Servidores Públicos del Ecuador CONASEP, quien es una dirigenta con una firme posición frente a la situación precaria en la que laburan las y los trabajadores del cuidado en el país.

DA: ¿Cuál es tu nombre y a que te dedicas?

IC: Mi nombre es Ivanova Córdoba y soy Servidora Pública

DA: ¿Por qué es importante reconocer cuidado como un derecho?

IC: Es importante reconocer al cuidado como un derecho,  porque es el motor de la sociedad. Todos necesitan, desde los niños, las personas de la tercera edad, las personas con discapacidad necesitan de cuidado.

En algún momento todos nos podemos convertir en personas que requieren de cuidado, como en cuidadores -remunerados como no remunerados-. Es en ese momento que se debe contar con una normativa establecida, con una normativa que garantice estos varios derechos que existen alrededor del trabajo de cuidado.

En este sentido, hay personas que se encargan de los trabajos de cuidado, y es preciso reconocer los derechos de esas trabajadoras y trabajadores, para que el cuidado pueda ser garantizado. Hemos visto que hoy por hoy hay una precarización del trabajo de esta área.

DA: ¿Cuáles son las principales necesidades y demandas de las trabajadoras y trabajadores del cuidado?

IC: Las demandas son múltiples. Realmente es un área que ha sido muy descuidada dentro del Estado. Apenas hay una ley del cuidado, pero todas las reivindicaciones, los derechos que son vulnerados no ha podido ser puestos en debate. Por ejemplo, las propias trabajadoras tienen que colocar de sus recursos para la materiales, les hace falta garantías para movilizarse a territorios en un estado de permanente inseguridad, no se percibe buena remuneración, entonces son bastantes apremiantes las condiciones en las que trabajamos las y los cuidadores.

Una de las cuestiones principales es la falta de valorización social de este sector del trabajo. Está desvalorizado aun cuando los cuidados son tan importantes. El Estado no ha sabido valorar el papel que los cuidados tienen en el desarrollo de la Nación.

DM: En este sentido ¿qué es lo que debería hacer el Estado? ¿Qué se necesita para que las y los trabajadores del cuidado puedan ejercer sus labores en condiciones dignas?

IC: Primero una normativa, que existe pero la normativa debió nacer de más participación de quienes saben del tema, que son quienes están en el ejercicio del cuidado. Debió tomarse en cuenta la voz de las trabajadoras y trabajadores de este sector.

Por otro lado, es la acción colectiva la que tiene que demandar del Estado todos los derechos vulnerados, como el tema salarial. A diferencia de otros sectores, en el cuidado los salarios que se perciben son bajos, no se respeta la jornada laboral, no se respeta el tiempo de la desconexión, no se respetan los lugares adecuados de trabajo, no se respeta la necesidad de que los hijos de las trabajadoras del cuidado tengan también quien les cuide. Entonces son una serie de necesidades, de derechos que se han olvidado de este sector, que es preciso reivindicar en la lucha.

DA: A esta precariedad a la que se han enfrentado desde hace tanto tiempo, han respondido con organización. ¿Cuál ha sido el papel de la organización de las trabajadoras y trabajadores del cuidado en mejorar las condiciones de trabajo?

IC: Bueno, el proceso de la organización está en ciernes. Hay un dicho que dice que organizarse es comenzar a vencer. Entonces estamos en ese proceso. Todas estas necesidades que he mencionado han puesto en debate entre las compañeras y compañeros del sector del cuidado, la necesidad de agremiarse, de agruparse, de compartir experiencias, y darnos cuenta de que las necesidades son las mismas, las vulneraciones son las mismas, entonces estos objetivos comunes han hecho que nos unamos y que estemos en este proceso. Un proceso que logre garantizar la libertad sindical, el derecho a la huelga, lugar de trabajo, movilización, etcétera.

DA: ¿Ustedes han recibido apoyo de algún otro sector de trabajadores o de laguna central sindical?

IC: Es importante mencionar que la Internacional de Servidores Públicos ha jugado un papel estratégico porque hemos podido conocer que la situación en la que viven las cuidadoras, no es únicamente a nivel nacional, sino que es una realidad a nivel mundial. La subestimación que hay para este trabajo, que es tan importante, es en todo el mundo. Entonces para nosotros es bien importante contar con el apoyo de la ISP, y también hacer un llamado de atención a otras Centrales Sindicales que no han mirado a este sector.

Las y los cuidadores estamos olvidados  también dentro de las organizaciones laborales, y justamente estos encuentros, estos diálogos son también para concienciar que el sector de trabajadoras y trabajadores del cuidado nos faltan muchos derechos, y es necesario que las otras organizaciones gremiales se unan a la lucha para poder reivindicar estos derechos.

DA: ¿Hay algo más que creas que se quedó por fuera y te gustaría añadir?

IC: Si. Me parece importante topar el tema de que el trabajo de cuidado siempre ha recaído en las mujeres, y me parece topar el tema desde un feminismo que reclama que todos los deberes que tenemos como sociedad, sean también sostenidos por los varones, que no sea más entregado únicamente a las mujeres, sino que podamos hombres y mujeres responsabilizarnos de los temas del cuidado.

No con esto estoy diciendo que vamos a compartir con el Estado estas responsabilidades, no. Es el Estado el responsable de sostener y garantizar el servicio de cuidado. Ahora las políticas de ciertos gobiernos ha sido que el Estado no se responsabilice de los servicios sociales, y esto genera que el tema del cuidado no tenga recursos necesarios para garantizar estos servicios para la población. Entonces es importante aclarar que el Estado tiene una responsabilidad, y uno de nuestros trabajos es concienciar a la población en general, de que es el Estado tiene que cubrir estas necesidades, porque el cuidado es un derecho.

Fuente: revistacrisis.com