Mientras EE.UU. pivota hacia costas multipolares, Europa se dirige directamente al abismo

Una parte considerable de la primera parte de este artículo escrito en dos partes consistió en una síntesis de cómo y por qué las últimas dos décadas y media de política exterior estadounidense han sido nefastas para Estados Unidos. En la primera parte también se mencionaba que Estados Unidos, en el transcurso de los últimos tres meses y medio, parece estar alejándose de lo que antes era una agenda de política exterior neoconservadora ideológicamente delineada. De hecho, fue este camino bipartidista el que «llevó a Estados Unidos y al resto del mundo al borde de una guerra nuclear a finales de 2024»(1).

El plan de Europa para precipitarse al vacío

Europa, en cambio, es otra historia. A diferencia de la gran mayoría del resto del mundo, muchos de los actuales líderes europeos se han negado esencialmente a reconocer la transición de la era unipolar a la era multipolar(2). De hecho, personas como Keir Starmer (primer ministro del Reino Unido), Emmanuel Macron (presidente francés), Ursula von der Leyen (presidenta de la CE) y Frank-Walter Steinmieir (presidente alemán) han acordado recientemente redoblar la apuesta, antes liderada por Estados Unidos, de enfrentarse militarmente a Rusia. Estos líderes europeos han propuesto, para asombro de los analistas de asuntos internacionales de todo el mundo, que la UE dedique 800.000 millones de dólares a la reestructuración militar con el fin de prolongar una guerra que casi todos los expertos militares con algo de credibilidad han admitido que es una causa perdida para Ucrania(3),(3a) Para añadir confusión a la desesperación, más de la mitad de la población restante de Ucrania ahora quiere que la guerra termine rápidamente, en un acuerdo diplomático(3b),(3c).

Fuente: pressenza.com