Narcoestado, desaparición forzada y perfilamiento racial
A tan solo 18 días de cumplirse un año de la declaración del Conflicto Armado Interno CAI, se consuma el más reciente de los atroces crímenes de Estado perpetrados por las fuerzas represivas, mismas que funcionan jerárquicamente con orden superior del Ejecutivo, primer mandatario y jefe de las Fuerzas Armadas, Daniel Noboa. La desaparición forzada de cuatro menores de edad de la ciudadela Marta Bucarám en Guayaquil, parece desenmascarar una práctica regular del Narcoestado, que entre la desaparición forzada, el reclutamiento obligatorio, además de un perfilamiento racial, que enmarca a la totalidad de las clases populares como potenciales objetivos militares, enemigos del Estado y falsos positivos. Nacer con la piel equivocada en el Ecuador, parece indicar una condena de muerte.
La militarización desenfrenada que se ha impuesto tras la declaración del CAI, maniobra manufacturada desde Narcoestado y sus representantes empresariales locales -bananeros agroexportadores y banqueros a la cabeza– ha tenido un impacto desastroso en los barrios populares del Ecuador. Una investigación de The Economist del 22 de noviembre de 2024 refleja la realidad que Revista Crisis viene relatando desde la primera masacre carcelaria del 23 de febrero de 2021: existe una intrincada alianza entre la clase empresarial y el crimen organizado, alrededor del narcotráfico, mismo que se imprime en forma de Narcoestado, sobre el pueblo y la clase trabajadora. En este entramado criminal están implicados el hacendado Noboa y el banquero Lasso, presidente y expresidente del Ecuador.
Fuente: revistacrisis.com