Pasar la antorcha de la lucha anticolonial
Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan tranquila y delicada. Mao Zedong, 1927 (Zedong 1953)
El colonialismo no es una máquina de pensar, no es un cuerpo dotado de razón. Es la violencia en estado de naturaleza y no puede inclinarse sino ante una violencia mayor. Frantz Fanon, 1961 (Fanon 1967)
El imperialismo ha extendido su cuerpo sobre el mundo: la cabeza en Asia Oriental, el corazón en Oriente Medio, sus arterias alcanzando África y América Latina. Dondequiera que lo golpees, lo dañas, y sirves a la revolución mundial. Ghassan Kanafani, 1972 (Kanafani 2023)
El presente año, 2024, coincide con el 70 aniversario de la batalla de Dien Bien Phu (mayo de 1954), en la que revolucionarios vietnamitas derrotaron de forma aplastante al colonialismo francés. También se cumplen 70 años de la revolución argelina, que comenzó en noviembre de 1954. Argelinos y vietnamitas resistieron la opresión colonial durante décadas antes de encabezar dos de las revoluciones más importantes del siglo XX, contra Francia (y sus colaboradores locales), que era la segunda potencia colonial europea del planeta en aquel entonces y contaba con el apoyo de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ningún debate sobre descolonización y antiimperialismo estará completo si no se comprende la importancia de Vietnam y Argelia, y cómo sus luchas revolucionarias de liberación fueron (y siguen siendo) tan inspiradoras para los pueblos oprimidos de todo el mundo, entre ellos el pueblo palestino.
Ninguna revolución es exactamente igual a otra. Ello se debe a que todas las revoluciones se basan en una historia nacional o regional concreta, están dirigidas por fuerzas sociales y generacionales particulares y suceden en un momento determinado del desarrollo de un país. Sin embargo, todas las revoluciones comparten un elemento en común, sin el cual no se denominarían revoluciones: la llegada de un conjunto nuevo de clases que asume la dirección del Estado, o la transición de la dependencia colonial a la independencia nacional. En palabras de Lenin(enlace externo), “para que se produzca una revolución, normalmente no basta con que las clases bajas no quieran vivir a la antigua usanza; también es necesario que las clases altas no puedan vivir a la antigua usanza”. A pesar de todos los elementos que podrían apuntar a la continuidad, es esta ruptura la que indica un cambio revolucionario.
Fuente: tni.org