¿Por qué subió el precio de los aceites vegetales?
El efecto de la guerra ha generado la restricción de exportaciones de aceite de girasol fijada por Ucrania, lo que ha llevado a los diferentes mercados a buscar alternativas de suministro como el aceite de palma y soja, motivando el aumento de la demanda de estas materias primas, y consecuentemente, el incremento de precios de estas a niveles históricos máximos.
Los impactos del conflicto sobre las cadenas productivas globales son evidentes y aunque Ecuador se encuentre, físicamente, distante del conflicto, la afectación a algunas industrias locales empieza a evidenciarse. Es el caso del aceite de palma cuyo precio por tonelada en febrero del 2020 fue de USD 682,00, tras el conflicto ha alcanzado los USD 1.945,00.
A los factores vinculados al conflicto se suman otros elementos particulares del sector agroindustrial de aceites vegetales que abonan al incremento de precios. Se encuentra el factor climático, entre estos la sequía que ha afectado los cultivos de los tres principales productores de aceite de soja (Argentina, Brasil y Paraguay) y las restricciones de exportación adoptadas por Indonesia, el principal productor mundial de aceite de palma. Una suma de factores que generan presión sobre los precios internacionales del aceite de palma, girasol y soja.
En este contexto, la cadena productiva local enfrenta, además, la pérdida de más de 110 mil hectáreas de cultivo de palma por el embate de la pudrición del cogollo (plaga en la palma), que ha reducido la producción de aceite crudo de 604 mil toneladas a 380 mil toneladas año. Esto, sin sumar, además, los costos adicionales de producción, transporte y derivados, que también se vieron afectados por otro factor importante, la pandemia del Covid-19, misma que frenó la operatividad logística y cuyos efectos se sienten hasta la actualidad.
Pensar en un ajuste de la estructura de costos destinado a precautelar el abastecimiento local es preciso, puesto que los impactos de los factores indicados ya son palpables y Ecuador está sufriendo las afectaciones globales, con el claro reflejo del incremento de precio de las materias primas. Desde la industria consideramos preciso que el gran reto será impulsar la reactivación de la producción local con apoyo financiero de la banca pública, establecer estrategias enfocadas en precautelar el abastecimiento local, e impulsar la reactivación económica de provincias productoras, como Esmeraldas.
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Fuente: eltelegrafo.com.ec