Pressenza participa en la Marcha Global a Gaza

El 12 de junio, Pressenza se dirigirá al paso fronterizo de Rafah para participar en la Marcha Global a Gaza a través de uno de nuestros colaboradores, Stefano Bertoldi, antimilitarista y activista por los derechos humanos de los migrantes.
Como persona de contacto para el Lazio, recoge, al igual que sus compañeros de viaje por las distintas regiones de Italia, las preguntas y dudas tanto de quienes aún no han decidido partir como de quienes ya tienen su billete de avión en la mano, pero ya sienten, a dos semanas de la partida, esa mezcla de ansiedad, alegría, exaltación, pero también preocupación.
Una de ellas, recurrente, gira en torno a la meta del viaje, esa caminata de 50 kilómetros por el desierto del Sinaí que separa el último tramo del viaje en autobús hasta Al Arish de la travesía y, sobre todo, acerca de lo que se hará sobre el terreno.
«En una organización espontánea nacida desde abajo», explica Stefano, «con diferentes sensibilidades, grupos de personas pertenecientes a decenas de colectivos y asociaciones, pero también individuos solos, siempre existe el temor a la ausencia de un ‘guía’: no estamos acostumbrados a la autoorganización, siempre buscamos un líder, solo para quejarnos después si ese líder toma una sola decisión por todos».
En realidad, hay coordinación tanto en Italia, con una densa ramificación de grupos y subgrupos en Telegram y otras plataformas, como en Egipto, donde varias organizaciones no gubernamentales ofrecerán apoyo organizativo y logístico. También pueden verse en persona los grupos que van a salir y que no se han limitado a abrir amplios debates sobre esta trágica situación, además en un contexto geopolítico que se encuentra entre los de mayor riesgo de conflicto bélico a gran escala de los últimos 80 años.
Por tanto, volviendo al objetivo», concluye Stefano, «respondo a todas estas cuestiones subrayando precisamente la importancia de los cuerpos en movimiento espontáneo, de las personas que expresan físicamente su disidencia y su disociación de los distintos poderes institucionalizados cómplices del genocidio. Grupos de personas que se autoorganizan, coordinadores o más bien referentes y no «líderes», y una portavoz nacional, Antonietta Chiodo, que mueve los hilos dándolo todo, facilitando el diálogo y frenando las voces desmotivadas y desmotivantes de personas que fracturan, derrochando una energía preciosa.
Pressenza estará en el lugar, para dar voz a los sin voz, a ese 90% de la población mundial que tendrá algunos de sus representantes, todos gente «de a pie» y sin banderías partidarias, a lo largo de esos 50 kms de polvorienta y calurosa carretera, camino de esa puerta cerrada sobre el infierno de Gaza. Un infierno buscado y financiado por el 10% restante de la población.
Fuente: pressenza.com