«Valores» y «principios» que deja el neoliberalismo
El neoliberalismo sirvió para deslegitimar la institucionalidad pública y “criminalizar” las capacidades estatales.
El primer artículo sobre el tema del “neoliberalismo” en América Latina enfocó sus orígenes vinculados a dictaduras sangrientas (https://bit.ly/3kYnODt); el segundo describió cómo fue adoptado en la “era democrática” de la región durante las décadas finales del siglo XX (https://bit.ly/3vHMLIj); y el tercero se refirió específicamente a Ecuador (https://bit.ly/2P1kdcv). Pero ¿qué tipo de “principios” ha podido edificar el neoliberalismo latinoamericano?
El triunfo del neoliberalismo, vinculado a la globalización transnacional luego del derrumbe del socialismo en la URSS y en Europa del Este, sirvió para consagrar el supuesto “fin de la historia”, idea originada en un libro de Francis Fukuyama (El fin de la historia y el último hombre, 1992), quien sostuvo que la economía de libre mercado y la democracia de tipo occidental solo tenían un prominente horizonte de desarrollo y crecimiento hacia el futuro. La derecha académica de América Latina se apropió de la idea y, en adelante, tanto el marxismo, como los marxistas y la utopía socialista fueron acusados de caducos y entendidos como piezas de la antigüedad, reducidas a círculos de fanáticos, que habían dejado de comprender el nuevo mundo.
Fuente: Lcdo. Richard Sellán Bajaña