Volver a ser el insumo del mundo: el avance de la ultraderecha en América Latina
No podemos negar que la imagen de ríos cordilleranos vacíos es un escenario distópico. Sería equívoco denominarlo como fenómeno natural, mientras que es el resultado de la acción humana sobre el territorio. “Humana» es una palabra amable para el exterminio de los páramos, la deforestación del pulmón del mundo, el avance de las mega mineras, legales e ilegales, y, el consumo de flora y fauna por incendios provocados.
¿La respuesta estatal? Complicidad absoluta con el extractivismo del sur de Abya Yala por parte de los capitales extranjeros, escenario replicado a lo largo de todo el territorio. En Ecuador, más de doscientas empresas trasnacionales operan desde 1981. Actualmente, es la minera china Terraearth Resources S.A la que impregna de mercurio el río Yatzupino. En Argentina, la minera sueca polimetálica Glencore desvío el río Yacoraite para los diques de cola -lagos artificiales donde se depositan los residuos sólidos tras el proceso de lixiviación-. ¿Cómo llegó a considerarse viable el libre mercado en países que no son dueños de los medios de producción e históricamente sus recursos naturales fueron buitreados por empresas primermundistas?
Repasemos un poco cómo es posible que Daniel Noboa y Javier Milei presidan países cuando hace dos años no sabíamos ni sus nombres y por qué sus partidos se estampan con los colores de la realeza y el oro -violeta y amarillo-. Los partidos políticos La Libertad Avanza en Argentina y Acción Democrática Nacional en Ecuador, fueron financiados por Atlas Network -con logo violeta y amarillo- una organización “sin fines de lucro” creada en 1981 para instalar en Gran Bretaña conceptos asociados al libre mercado. En principio, allanaron el camino ideológico para la llegada de Margaret Tatcher al poder -si, la que se ganó el apodo de Dama de Hierro por la guerra de Malvinas y sus políticas antiobreras-, histórica abanderada del neoliberalismo.
Fuente: revistacrisis.com