julio 14, 2025
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Desmontando la cultura de guerra: Cómo la militarización determina nuestra vida cotidiana

Vivimos un momento particular en el que los principales comunicadores quieren que creas que el mundo está en un estado de guerra permanente, incluso cuando caminas tranquilamente por tu propia calle. Tu teléfono te transmite incesantemente imágenes de bombardeos. Los canales de noticias y los políticos te advierten constantemente de un peligro inminente.

Así es como se construye una cultura militar. Y durante más de dos décadas, el complejo militar-industrial ha hecho un trabajo extraordinario incrustándose en nuestras mentes. Se nos hace creer que el ejército existe para «defendernos» y mantener la «paz», con los Ministerios de Defensa y las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz de la ONU enmascarando sus verdaderas operaciones. En Estados Unidos, cada Estado está ahora integrado en esta maquinaria militar, con fábricas de armas que los políticos promocionan con orgullo por ser «buenas creadoras de empleo». Hollywood glorifica al ejército, presentando rutinariamente a los soldados como héroes nacionales.

Recientemente, la OTAN concluyó «con éxito» su cumbre asegurando un compromiso de gasto militar del 5% del PIB por parte de cada uno de sus miembros. Italia acaba de aprobar una nueva ley que amplía los poderes policiales y militares para reprimir a los llamados manifestantes «malos». En Estados Unidos, Trump desplegó a la Guardia Nacional contra las manifestaciones en Los Ángeles e inauguró un nuevo centro de detención, apodado «Alligator Alcatraz», diseñado específicamente para migrantes en espera de deportación.

La cultura militar está profundamente arraigada en la política. Muchos políticos apoyan abiertamente al estamento militar, colaboran con él o forman parte de él. Las instituciones religiosas también prestan su apoyo a las formaciones militares, con clérigos y seguidores que sirven activamente. La educación también se ha militarizado: los reclutadores militares visitan las escuelas, los oficiales dan conferencias en las universidades y los académicos dedican carreras enteras a detallar las minucias de las guerras. En Estados Unidos, el Departamento de Defensa (DOD) y las instituciones de enseñanza superior mantienen desde hace tiempo una relación simbiótica, en la que el DOD financia importantes investigaciones académicas en ámbitos como la inteligencia artificial, las armas autónomas y la informática avanzada para hacer frente a los retos de la seguridad nacional.

Fuente: pressenza.com